
Ayer en el partido que debería afrontar Guinea Ecuatorial y la Republica Democrática del Congo en el estadio de Malabo, se ha constatado que para hacer las cosas bien en algunas federaciones, se debería estar siempre al pie del cañón apuntando con rigurosidad a los responsables designados para cumplir determinadas funciones.
Como dice el dicho, «una imagen vale más que mil palabras», y peor aún cuando son bochornosas y podrían causar aun daños morales y psicológico a la población e incluso sanciones económicas. Aquí vuelvo a insistir en el impacto que causó las imágenes vistas ayer cuando salían los muchachos al campo con las banderas CAF y la de la República de Guinea Ecuatorial.

Unos chicos que se acercan al estadio con la intención de ver el partido de las Nzalang femenino, reciben llamadas desde el pie de campo, acuden y tienen que cumplir con el mandato dado a pesar de no reunir las condiciones necesarias para hacer lo que se les pidió, “muchachos en chancletas, vaqueros e indecentes”, salieron a cumplir una misión improvisada, ejerciendo así la labor que deberían realizar otros que quizá cobran por ese servicio.

¿REALMENTE SE ESTÁ TRABAJANDO PARA LOGRAR UNA BUENA IMAGEN EN EL FÚTBOL DEL PAÍS?
Venancio Tomas, presidente de la federación Ecuatoguineana de Fútbol: “En mi mandato reinará más trabajo en las oficinas y buena imagen que ruidos”, palabras expresadas del actual inquilino de la «Casa Gris», tras proclamarse campeón en las elecciones.

Al juzgar por las imágenes vistas ayer, se podría poner de entredicho esas palabras, y pensar que realmente, no existe la intención de hacer bien las cosas o está reinando un vacío de información entre la administración de la «Casa Gris» y sus colaboradores, en este caso (encargados de la formación de los recogepelotas o portadores de las diferentes banderas)
Las imágenes del supuesto partido oficial entre el Nzalang femenino y RDC, correspondiente a las eliminatorias de la CAN femenina Marruecos 2022, no han sido las deseadas por el público presencia en el estadio.

Un aspecto que hace entender, que las faltas que se comenten en las competiciones nacionales ya les parece normal, las llevan a partidos oficiales y de selecciones.

A pesar que no hubo partido por la supuesta incomparecencia de las chicas de la selección de RDC, el cuarteto arbitral hizo un simulacro de partido y de manera oficial (entre la chicas Nzalang sin cruzar la línea divisoria). Después de unos 15 minutos de que las chicas salieran del estadio, los miembros de la FEGUIFUT y las jugadoras, celebraban la victoria del Nzalan, lo que indicaba, que la misión se había cumplido.
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