Ya son más de 4 años (desde el 9 de diciembre de 2018), que la Federación de Natación informó al ministerio que ya no pueden realizar sus actividades tal y como lo tienen programado y eso, hace que activen en instalaciones no recomendables como la del hotel Bisila Palace “y eso supondría otro Eric Musambani en las posibles competiciones internacionales”. El pasado 22 de octubre, la Inspectora Marta Mangue del ministerio de Deportes, realizó una visita de inspección a la piscina olímpica de Malabo, esta tras permanecer más de dos años sin agua.
En esta visita, la Inspectora fue informada de la mano de Sergio Mba Ayecaba, Director Deportivo y Competitividad de la FENA, señalando que la piscina sufre de una avería por fuga de agua y por falta de una bomba de agua conforme de 7.5 HP. Pero desde este momento, ya han transcurrido un año y no hay ninguna reunión de parte del ministerio sino más bien un silencio sepulcral.
Pese a esto, se exige a la FENA realizar actividades. No obstante, con las ganas de trabajar de la junta de esta federación, durante éste tiempo de sequedad de la piscina, no se han cruzado las manos. Han preparado a sus atletas para los juegos Olímpicos de Tokio 2021 en una piscina turística como la de Bisila Palace. Ahora bien, se dice que “tolerancia cero”, ¿es un dicho que tiene que ver sólo con los deportistas y federaciones?
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