Después de 10 días de culebrón con el caso Messi, el club y la afición dormirán sin pesadillas.
Desde que Leo Messi, a través de sus abogados decidiera enviar un burofax para dejar claro que quería marcharse del club azulgrana, se han vivido diez días frenéticos con la especulación de su posible salida, que el propio argentino ha querido zanjar este viernes, a través de “Goal”, afirmando que “se quedara defendiendo la camiseta del Barcelona”.
El delantero aclaro que “nunca iría a juicio contra el club de sus vida”, por eso “me voy a quedar en el Barcelona”, aseguraba en la entrevista.
Messi también ha explicado su decisión ya se lo venía diciendo todo el año al presidente de la entidad, Josep María Bartomeu porque, “creía que era el momento de dar un paso al costado. Creía que el club necesitaba más gente joven, gente nueva”.
El día de este viernes ha sido agotador para los Messi, primero con la reunión de su padre Jorge Messi con sus asesores para elaborar un comunicado, dirigido al presidente de la Liga Javier Tebas, que salió al mediodía, en el que defendían su postura y consideraban que el organismo había interpretado erróneamente el contrato del jugador. Un comunicado que tuvo su respuesta inmediata de parte de Javier Tebas, retirándole el apoyo al Barça, dando por buena la clausula de recesión de 700 millones de euros.
Con la decisión de Messi, se evitan problemas, jurídicos y económicos, a un posible club de destino cuando finalice su relación con el Barcelona, teniendo en cuenta que a partir del 1 de julio de 2021 se habrá expirado el contrato, si es que no cambian las cosas.
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