Los clubes son empresas, otro año más y la afición no sabe dónde comprar camisetas de sus equipos

El sábado 28 de enero, inició en Guinea Ecuatorial, la temporada liguera 2022-2023 con un total de 24 goles que han cerrado la primera jornada.
La afición como es de costumbre, acudió a los estadios, pero con camisetas de clubes como Real Madrid, Barcelona, Paris, Liverpool… una pena para mí, de ante mano con esta imagen, ya que hasta la fecha los clubes de Guinea Ecuatorial, todavía no saben que son empresas y que deben generar fondos económicos a nivel interno diseñando estrategias para ello.

Pienso que, un club comienza a desarrollar una intensa actividad comercial, cuya correcta explotación requiere de organizaciones altamente profesionalizadas, que respondan eficiente y eficazmente a los clientes y a un entorno desafiante. Esto significa que, los clubes de fútbol necesitan hoy en día, de una estructura formal, de una definición de funciones y de un mayor hincapié en el funcionamiento de la organización.

Los deportes en general, y de manera especial el fútbol, se ven enfrentados hoy a condiciones muy distintas de las que existían veinte años atrás. Las cantidades de dinero que se mueven en la actualidad, el número de aficionados (cada vez más globalizados), la importancia de la “marca” que se asocia a equipos y a deportistas, y los espacios que a diario se dedican a los deportes, y de manera muy especial a los equipos de elite del fútbol, aunque debo reconocer que nuestro fútbol sigue siendo amateur, pero no se pierde nada yendo al camino profesional, con los pocos recursos que manejan varios estos clubes. Si puedes organizarte en lo poco, en lo mucho sería adaptarse.

El proceso de comercialización se asocia con la evolución que se ha producido en la transmisión de los encuentros deportivos, tanto de pago como en abierto, que ha potenciado la dimensión mediática, lo que ha hecho surgir nuevas e importantes fuentes de ingresos para las entidades deportivas, en este caso el tema que nos ocupa, es comercializar la imagen del club y de los propios jugadores sacando máximo provecho en cada campaña.
La relevancia social del fútbol y el lugar que ocupa en la sociedad actual tienen que ver con:

1) El potencial de entretenimiento que se ofrece a la población.
2) Servir de referencia a imágenes ejemplares debido a la asociación de los valores positivos del deporte, como competencia sana, espíritu de superación, esfuerzo, constancia, etc.
3) El potencial de integrar e identificar a aficionados de distintas características y nacionalidades, ya sean de carácter individual o social (ciudades, comunidades o incluso países).
4) Las sumas de dinero e intereses que se manejan, revelan Sandalio Gómez y Magdalena Opazo en su libro: “características estructurales de un club de futbol profesional de elite”
Actores relacionados con el producto del sector del deporte
Los jugadores ya no buscan, únicamente, el resultado deportivo, porque para ellos se ha abierto la posibilidad de explotar comercialmente su valor mediático (como en el caso de la venta de los derechos de imagen, contratos de patrocinio, venta de camisetas, etc).

Los aficionados, tampoco buscan sólo el resultado deportivo, que, por supuesto lo desean, ya que no se trata únicamente de asistir a los encuentros, sino de sentir los colores del club y de llevar la camiseta del equipo y poder lucirla en cuanlquier momento y no solo en días de partido.
Independiente del resultado deportivo o económico, el fútbol siempre genera noticias e información, que es precisamente lo que necesitan los medios de comunicación para mantener contentos a sus anunciantes.
Esto significa que los clubes de fútbol necesitan hoy en día, de una estructura formal, de una definición de funciones y de un mayor hincapié en el funcionamiento de la organización.

El modelo aquí propuesto puede servir de guía respecto de las áreas, funciones y cargos que debieran estar presentes en una entidad deportiva inmersa en los procesos de profesionalización y comercialización del deporte.