Nos toca empezar de cero con la selección femenina, porque se pensaba que la selección que consiguió 2 Copas de África era eterna y no se pudo pensar en construir una sub 21 sólida para el reemplazo de Ayongman y otras jugadoras no menos importantes, que bridaron a la nación los cuatros años gloriosos de futbol femenino nacional.
En el fútbol se viven las alegrías hoy, sin embargo, pensando en el mañana, cosa que no se ha hecho bien.
Hemos disfrutado con las dos copas de África obtenidas con una selección sólida y competente, sumando estas alegrías a la primera y la única participación hasta ahora de nuestro fútbol a la Copa Mundial; no obstante, olvidaron de que se tenían que formar a sus sustitutas, porque estas jugadoras no eran eternas, y en un determinado tiempo iban a colgar las botas.
¿Por qué los equipos no tienen canteras y la Liga Segunda División?
Por la sencilla razón de que algún día van a sustituir a los de primera División que deben estar preparados.
Observando actualmente los resultados del Nzalang, causan mucha vergüenza que nuestra selección esté en “caída libre” y que siga con estas derrotas humillantes, ya lo vimos en la Copa de África Femenina en Ghana, Turquía y ahora con la selección de Túnez. Nadie es eterno, y lo que es más, un jugador, que tienen en un tiempo en el que triunfan, después llega la edad y posteriormente se retiran. Y si no se buscan posibles sustitutos, eso es como comenzar de cero como lo que atañe a nuestra selección.
Que la sub 21 femenina (si es que hay), sea fuerte y competitiva para remediar esta mala situación que enfrentan las Nzalang girl’s.
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