Paralimpicos: Mortezad, una historia de altura y superación

«El deporte es vital para las personas con discapacidades. Yo era tímido y tenía miedo de hablar al principio, pero mis compañeros me trataron y me ayudaron. El deporte ayuda a las personas con discapacidad a levantar el ánimo y también colabora con desarrollar la confianza en sí mismas».

NACIÓ CON UNA ENFERMEDAD CRONICA

Ahora vamos a contarles una historia particular de entre tantas que hay en los Juegos Paralímpicos que está organizando Tokio.
Les hablamos de Morteza Mehrzad Selakjani, deportista irani de voleibol sentado, que mide 2,46 metros de altura, 2 centímetros más que un arco de fútbol y es además el deportista más alto de las olimpiadas.

UNA VIDA DE SUPERACIÓN

Nació el 17 de septiembre de 1987 en la ciudad de Chalus, Irán. Nació con una enfermedad crónica, la acromegalia, una afección que provoca que la glándula pituitaria produzca excesiva hormona de crecimiento, y actualmente es el hombre más alto de Irán y el segundo más alto del mundo.
Cuando cumplió los 15 años, Morteza sufrió una fractura en la pelvis, el cual, su pierna derecha dejó de crecer al mismo ritmo que la izquierda, quedando 15 centimetros más corta que la otra.

Su discapacidad le trajo muchas dificultades para caminar y lo alejo de numerosas actividades, pero eso no le impidiria a abrirse camino en su futuro.
Tanto es así que en 2011, su vida dio un giro de 180grados, después de ser invitado por un entrenador para formar parte de su equipo. Desde allí empezó a desempeñarse en el voleibol sentado, desarrollarse como bateador extremo, llamando la atención por su forma de jugar.
Pocos años después, la selección nacional de voleibol sentado de la República Islámica de Irán lo ficha.

SUEÑOS A CUMPLIR

Soñar en grande es su dominio. Convertir los reveces de la vida en oportunidades, también.
En los Juegos Paralimpicos de Río 2016 conquistó junto a sus compañeros la medalla de oro, y actualmente son los campeones paralpicos y en Tokio quiere repetir la misma hazaña.